Esta enfermedad se puede detectar fijándonos en los excrementos de nuestros peces. Si están recubiertos de una mucosidad clara y sanguinosa, es que están infectados. Además, no comerán, se apreciará un cansancio en el pez y aparecerán cavidades en su cabeza.
No os preocupéis, esta enfermedad se puede tratar. Lo primero que tendréis que hacer es aislar a los peces afectados en un acuario de cuarentena para evitar el contagio y más tarde hacer un cambio de agua del 40%-50%, para evitar la propagación. Cuando tengas los peces en tu acuario hospital, tendrás que bañar a los ejemplares pequeños en metrodinazol o dimetridazol. A los peces adultos se les deberá mezclar estos medicamentos con la comida.